domingo, 30 de noviembre de 2008

El mono número cien

Esta historia trata de monos. De monos y de conciencia colectiva pero, sobre todo, de monos. Comenzó hace medio siglo en una pequeña isla del sur de Japón. Allí, ante los ojos de un grupo de científicos, tuvo lugar un suceso extraordinario.

El macaco de cara roja, o mono de las nieves, es el único primate autóctono de Japón. Su frondoso pelaje le aísla del frío y le permite vivir en hábitats de montaña situados a gran altitud. Esto, unido a su afición a nadar por mar abierto, ha permitido al macaco japonés colonizar un gran número de islas del archipiélago y ocupar una variedad inusual de nichos ecológicos, desde la frondosa selva hasta las nevadas cimas de las montañas. Forman grupos de hasta medio millar de individuos y son conocidos, sobre todo, por su costumbre de darse relajantes baños en las fuentes de aguas termales. La imagen de un puñado de macacos metidos en una humeante charca en medio de la nieve es un clásico de los documentales de naturaleza.



Otra de las características a destacar de estos monos es su gran inteligencia. Están entre los primates más inteligentes. Este hecho es clave para entender la historia de los cien monos.

En la década de los cincuenta un equipo de científicos japoneses estudiaba una comunidad de macacos de cara roja en la isla de Koshima, en el sur del archipiélago japonés. Los investigadores, de vez en cuando, ofrecían fruta y otros alimentos a los monos. Un día, uno de los científicos dio una patata llena de tierra a uno de los macacos. No se sabe si por accidente o de forma intencionada la patata acabó en un charco de agua de mar. Al recuperar su regalo el macaco descubrió que el agua no solo había limpiado toda la tierra que recubría el tubérculo sino que también le había otorgado un sabor salado que lo hacía mucho más apetitoso. Desde ese día, cada vez que los científicos daban una patata a ese mono ocurría lo mismo. El animal corría hasta la orilla del mar y la lavaba a conciencia hasta que no tenía ni rastro de tierra. Luego, orgulloso de su descubrimiento, se zampaba la salada patata.


Pero fue al cabo de unos días cuando los científicos descubrieron algo mucho más asombroso. Al recibir sus regalos, eran varios los monos que cogían las patatas y se iban al mar a lavarlas. Al parecer, el descubridor de tan novedosa receta culinaria en el mundo de los monos había enseñado su técnica a algunos vecinos. Estos, a su vez, se la enseñaron a otros monos. Pronto, el lavar las patatas en agua de mar se convirtió en algo habitual en la colonia de monos.


Los científicos estaban maravillados. Si bien no es algo extraordinario entre los animales que un individuo enseñe a otro conocimientos adquiridos (cultura) si que es algo bastante raro. Que yo sepa existen al menos otras tres especies entre las que la transmisión cultural es habitual: el chimpancé, el bonobo y el ser humano; y es probable que también se dé el caso entre lobos y delfines (¿algún biólogo en la sala?).


Pero lo mejor estaba por llegar. Un suceso realmente único y extraordinario. Como he dicho la técnica de lavado de patatas descubierta por el macaco número uno pronto fue extendiéndose por toda la población. Hasta que el macaco número cien aprendió a lavar patatas. En ese momento se obró el milagro. De repente, y sin ningún tipo de enseñanza por parte de un colega, todos los macacos de cara roja aprendieron a lavar patatas. No me refiero a todos los macacos del grupo sino literalmente a todos los macacos de cara roja. Poblaciones de macacos situadas en la otra punta de la isla, incluso poblaciones de otras islas, adoptaron de la noche a la mañana la técnica del primer macaco.

Al llegar al macaco número cien, los monos, cual plutonio, habían alcanzado una especie de masa crítica mental y la idea se había instalado por arte de magia en las mentes de todos los miembros de la especie. Era una prueba irrefutable, ya que había un montón de científicos de testigos, de la existencia de la conciencia colectiva.


Como es lógico, la mayor parte de esta historia es mentira.


Suele ser bastante difícil seguir el rastro a una leyenda urbana hasta descubrir como se originó pero este caso es una excepción. La mentira de los cien monos tuvo un comienzo bastante marginal y, poco a poco, se fue abriendo paso hasta convertirse en un hecho probado para multitud de personas. La primera mención al fenómeno la encontramos en el libro de 1975 Rhythms of Vision: The Changing Patterns of Belief escrito por Lawrence Blair, un autor de tercera fila seguidor de las corrientes New Age. En esta primera versión ya encontramos todos los elementos de la historia: la isla japonesa, los científicos, las patatas y el macaco número cien que desencadena la mente colmena monesca. Cuatro años después volvemos a encontrar la misma historia, contada de forma idéntica, en el libro Lifetide: a Biology of the Unconscious” de Lyall Watson. Watson es un conocido autor de libros New Age, incluso ha participado en la realización de documentales para la BBC. Con su libro, la historia de los cien macacos recibió un importante impulso.

Pero fue en 1982 cuando la mentira alcanzó el estatus de noticia. Ese año se publicó el libro “The Hundredth Monkey” de Ken Keyes. Keyes era una especie de Danielle Steel de la Nueva Era. Especializado en temas de autoayuda y crecimiento personal sus libros solían estar entre las listas de los más vendidos. Tras el libro del gurú Keyes, la leyenda pasó a formar parte de forma oficial de la mitología New Age. Es citada de forma recurrente cuando se tratan temas como el poder de la mente o la percepción extrasensorial. El showman (aunque el se denomina científico) Rupert Sheldrake ha esgrimido el fenómeno de los cien monos como defensa de su teoría de los Campos Mórficos y de la existencia de la telepatía.

En este caso no es complicado probar la falsedad del mito. Elaine Myers y Michael Shermer acudieron a los archivos de la revista Primates, donde fueron publicadas las investigaciones originales, para descubrir que había sucedido en realidad en la isla de Koshima.


Nada más empezar encontraron el primer error. No eran patatas sino batatas lo que los científicos regalaban a los monos. No es un fallo significativo pero no importa, solo es el primero. En 1952 fue observado el primer macaco lavando las batatas en el mar. En 1962, diez años después, el número de monos que tenían esta costumbre era de treinta y seis. Podemos observar como, lejos de la explosión de cultura hasta alcanzar la masa crítica, el habito de lavar batatas fue extendiéndose de forma bastante gradual. Los científicos describen como la costumbre es enseñada por los monos adultos y aprendida por los jóvenes. El aprendizaje por parte de los adultos era muy escaso por lo que la costumbre iba generalizándose cuando unas generaciones sustituían a otras, de forma bastante lenta.


¿Y los monos de otras islas? Es cierto que en otras islas, años después, fue observado el mismo fenómeno cuando otros grupos de investigadores daban batatas a los monos. A esto podemos dar, como mínimo, tres explicaciones:


a) Tal y como hizo el primer mono, otros monos en otras islas podrían haber descubierto el fenómeno por su cuenta y difundido el hábito entre sus compañeros. Después de todo estamos hablando de una de las especies animales más inteligentes y lavar una batata no es que sea resolver una ecuación de tercer grado (sin desmerecer a los macacos)


b) Los macacos de cara roja son bastante viajeros. Incluso marineros. Con relativa frecuencia se observa como los macacos nadan de una isla a otra. Ya sea en solitario o en grupo usando maderos y troncos a modo de balsa, los monos de las diferentes islas mezclan sus poblaciones a menudo. Con que uno solo de los viajeros tuviera el hábito de lavar patatas habría bastado para enseñar la técnica a las nuevas generaciones de otra colonia de monos. Auténtico mestizaje cultural macaco.


c) La explicación del mono número cien.


Tenemos al menos dos explicaciones mundanas para un fenómeno que resuelven el problema sin recurrir a lo paranormal. ¿Para qué necesitamos la tercera explicación? Incluye elementos sobrenaturales, datos falsos y plantea muchísimas más preguntas de las que responde.


Por supuesto, la tercera explicación es la que ha alcanzado notoriedad y la que mas literatura ha generado. Contiene un elemento clave que la hace muy atractiva a las corrientes New Age: la utilidad del no hacer nada. El fenómeno del mono número cien ha sido usado como soporte para los experimentos en los que se pretendía bajar los indices de criminalidad rezando y pensando de forma positiva. ¿Para que mover el culo y resolver un problema si lo único que hace falta es concentrarse, sonreír y tener buen rollo? Tras la defensa del poder de la mente lo único que se esconde es un deseo de no usar el poder del cuerpo. La toma de conciencia (expresión que cuanto más popular se hace menos entiendo) está cada día más sobrevalorada.



El efecto del centésimo mono (Wikipedia, inglés)


Shermer, Michael, Por qué creemos en cosas raras, pp 58-60 1997 (En el primer capítulo, Shermer hace un magnífico análisis del fenómeno)


Carroll, Robert Todd, The Skeptic´s Dictionary, pp 165 y 166, 2003



24 comentarios:

Anónimo dijo...

He tenido referecnias e otros dos experimentos similares
- gansos que beben leche en alemania de las botellas
- ratas que aprenden laberintos y pruebas similares

¿ te suenan a fraude tambien?

Carlos OC dijo...

"Era una prueba irrefutable, ya que había un montón de científicos de testigos, de la existencia de la conciencia colectiva."

Ahi he pensado: esto no puede ser! La angustia me ha durado poco.

salu2!

XDuende dijo...

Desconozco el caso de los gansos, que beben leche. Pero el hecho que una rata aprenda a salir de un laberinto o que una rata se comunique con otra y la "oriente" realmente no tiene nada de "paranormal"!

zen dijo...

Relacionada, pero ésta de verdad:

Argumento: "Los animales no tienen emociones, sentimientos, personalidad, etc"
Respuesta vegana: http://respuestasveganas.blogspot.com/2008/10/argumento-los-animales-no-tienen.html

Anónimo dijo...

Muy buen artículo. :)

Yo conocía la historia original, con batatas y tan sólo 100 monos. No me sorprendió que el habito se extendiera a más islas, pero cuando la explicación fue "la consciencia colectiva" ahí que casi me voy de para atrás. :D

A los casos de transmisión cultural en primates, como el chimpancé, el bonobo y el ser humano; yo agregaría también los orangutanes.

No he encontrado en el momento un caso de transmisión cultural, pero si un trabajo de aprendizaje independiente del uso de herramientas, por Natacha Mendes, Daniel Hanus y Josep Call, que sirve para hacerse a una idea del potencial de los orangutanes:

El video:
http://www.youtube.com/watch?v=pKcQ3mRpDt0

El artículo:
http://www.eva.mpg.de/psycho/pdf/Publications_Psychology_2007/Raising_the_level_07.pdf

Sobre el tinglado de la "consciencia o inconsciencia colectiva" podéis encontrar auténticas locuras, no os extrañe ver alguna "explicación" basada en la existencia de una red que transmitiría la información a nivel global gracias a la resonancia Schuman que tiene *casi* la misma frecuencia que el cerebro de los mamíferos. Esto lo he encontrado en un anime, Lain, pero es un caso inofensivo de ciencia ficción; sin embargo juraría que esta idea debe andar dando vueltas también por la literatura New Age y definitivamente no como una idea meramente de ciencia ficción, sino como un "hecho científicamente comprobado".

Por cierto, tengo una adivinanza: ¿Un monton de científicos testigos de la existencia de la conciencia colectiva, sin el uso de experimentación alguna, no sería a su vez una manifestación que probaría existencia de la consciencia colectiva? :D

Anónimo dijo...

Que tonto que soy, poste el video sin antes verlo. En se muestra en realidad una ampliación del experimento, ahora si propiamente como un caso de transmisión cultural, en el que una madre orangután le enseña a su hijo.

Lo que sucede es que el experimento original de
Natacha Mendes, Daniel Hanus y Josep Call, era sobre aprendizaje independiente del uso de herramientas, sabía que lo habían ampliado a su lógica conclusión de incluir también después el proceso de aprendizaje por transmisión de un orangután a otro, pero por más que busque no daba con el video, así que decidí postear una sobre supuestamente la primera parte del experimento, y resultó ser la segunda, ¡que suerte! :)

A White Bear dijo...

En el libro The Hundredth Monkey, Ken Keyes describe un fenómeno simple y bastante difundido pero, curiosamente, muy superficialmente tratado considerando que sus observaciones ofrecen una clave estratégica para lograr éxito en casi cualquier tipo de objetivo que se pretenda lograr la importancia estratégica del Mono-Número-Cien.
-------------
Shakira

Fast
Link Building

didgewind dijo...

En el 93 hubo un experimento en washington dc para reducir el índice de criminalidad a base de meditaciones comunes. Parece ser que fue un éxito.

http://fractalenlightenment.blogspot.com/2008/08/effect-of-meditation-on-crime.html

http://www.alltm.org/pages/crime-arrested.html

salu2

Sibila dijo...

Pues a mí lo que más gracia me hace es que los supuestos fenómenos místicos-paranormales ocurran siempre en números y fechas redondos.
Es decir, ¿por qué justamente el mono número 100 y no el 107 o el 83?

Es divertido cómo algunos buscan misteriosos patrones en la naturaleza y sólo consiguen ver los que reflejan sus creencias previas. Cuando hay tanto que encontrar mirando sin anteojeras...

Anónimo dijo...

didgewind: un artículo que empieza nombrando como referente el fraude de what the bleed do we know? ya me causa cierta incredulidad sobre lo que me vaya a contar.

Y que la página donde se supone que están las pruebas tenga enlaces a los Maharishi... pues como que no.

Alb dijo...

Escuche una historia de gusanos que aprendian a resolver laberintos y que los gusanos que se comian a estos aprendian dicha información.

Evidentemente es una leyenda urbana.
Pero, ¿alguien tiene mas informacion de la misma?

Anónimo dijo...

Vi un documental con una historia similar. El escenario era africa y los seres vivos que tenían esa supuesta "conciencia colectiva" eran las acacias.
Al parecer las acacias cuando sientes que están siendo atacadas-comidas por un hervivoro son capaces de segregar en su savia un tanino altamente tóxico que mataría al hervivoro en unos días. Hasta aquí te quedas un poco en plan "como mola la acacia" pero más o menos normal.
La sorpresa viene cuando descubren que no sólo la acacia atacada segrega taninos, sino que las que la rodean empiezan poco a poco a hacerlo también.
Por supuesto cuando pasan estas cosas siempre hay alguien que habla de CONCIENCIA COLECTIVAAAA!!!
La solución no es tan romántica pero para mi gusto es bastante elegante: Las acacias son capaces de segregar etileno en sus hojas y dispersarlo en el aire, además cuentan con receptores químicos que lo detectan, etc, etc, etc.

Marcos Andión dijo...

Lo de la toma de conciencia tiene sus perendengues. Admitiendo que exista un subconsciente colectivo, una capacidad de asumir qué y quién es uno sin proponérselo, la verdad es que nunca se ha podido demostrar tan fácil experiencia.
Marx decía algo así como que el ser humano es inferior y posterior a la sociedad. Supongo que venía a decir que (como se comprobó después de lo de J.J. Rousseau) un individuo es inimaginable, e inviable, fuera de su natural entorno social. Ello habrá dado para lanzarse a descubrir qué es lo que podemos formular sobre el comportamiento de los colectivos sociales. Se ha dicho de todo sobre la toma de conciencia, pero la revolución que propugnaba Marx se basaba en una cuestión aritmética, con bovina aceptación de que incluiría un conocimiento no transmitido sobre la realidad de un colectivo.
El eslogan consiguiente de "Uníos Hermanos Proletarios" (UHP) demostró su fracaso porque los proletarios, a pesar de ser muchos más que sus patronos, han revelado su incapacidad para "tomar conciencia" de su situación y de su potencial (numérico y políticamente ortodoxo), para cambiar las cosas.
Y ya van años esperando algunos que la "revelación" tome cuerpo espontáneo entre los miles de millones de asalariados del mundo. Pues, no. No salen las cuentas.
Y se trata de mamíferos superiores, capaces de aprender con la simple transmisión oral y explicativa; imagínate si la "toma de conciencia" ha de aplicarse a los monos....
Por cierto, en lo que algunos individuos del eslabón anterior a los humanos nos llevan una ventaja abismal es en la forma en la que los bonobos resuelven sus diferencias o sus crisis, mucho antes de lo del "amor y no la guerra": si están inquietos, temerosos o violentos, se ponen a follar, y aquí paz y después gloria. De currarse, nada, que eso duele. Y no se paran en disquisiciones sexuales (parece que a ellos lo del género se la trae al fresco) y follan unos con unas, unos con unos, o unas con unas, aunque tengan colgados de sus pechos (las hembras, claro) algún mamoncete, que algo irá aprendiendo de cómo se solventan los conflictos en su tribu.
Y nosotros, con estos pelos...

El Bechler dijo...

Me gusta mucho tu blog, tiene entradas a mi juicio muy buenas.
En este caso sólo quiero hacer una puntualización a Marcos Andión, algo sin importancia.
Los monos actuales no son el eslabón anterior a los humanos. El hombre no desciende del mono como muchos dicen. El hombre y el mono descienden ambos de un antecesor común. La evolución y la selección natural se han encargado de hacernos diferentes (aunque quizás no tanto) a lo largo del tiempo transcurrido.
En el libro "Tenían Ombligo Adán y Eva" de Martin Gardner, en el capítulo 12 se habla de Jean Houston, una gurú de la nueva era, que estaba convencida de que se podía contactar con el subconsciente colectivo de la raza humana. Estaba también convencida de otras muchas tonterías a cada cual más absurda pero ¿a que no sabéis a quién convenció de algunas de ellas? pues nada menos que a Hillary Rodham Clinton que no ha salido presidenta de los Estados Unidos por los pelos pero va a tener un papel muy muy relevante en el nuevo gobierno de Obama.
Es muy importante luchar, aunque sin violencia, contra todas estas patrañas que tanto proliferan hoy como ayer. ¡Nuestros políticos podrían creerselas! de hecho hay muchos que se las creen.
Por eso blogs como el tuyo que ayudan a esta labor son importantes, por lo menos para mi.
Un saludo y feliz Navidad.
¡Seguid en la brecha!.

Marcos Andión dijo...

La comunicación coloquial tiene estas cosas, Bechler. Se me ocurre que, para satisfacer tu "precisionismo", podría haber ampliado la expresión diciendo algo así como "los individuos que evolucionaron por la rama que no siguió el camino emprendido por el eslabón perdido cuando todos éramos monos...", pero creí que tanta precisión resultaba innecesaria para el buen entendimiento de lo dicho.
Tienes razón, Bechler, pero para ese viaje no se necesitan alforjas.
Por otra parte, no creo haber desorientado a nadie refiriéndome a los monos como lo hice. Pero, en fin, si tu crees importante emplear el teclado (o debo decir el instrumento descodificador de la información disponible en los circuitos impresos de mi PC) en la aclaración, lo menos que puedo hacer ante el esfuerzo es corresponder con el mío.;-)
Salud, y sentidiño.

Anónimo dijo...

Hola a todos
No había comentado la historia de los cien monos porque me parecía tan absurda que no merecia más que una sonrisa desdeñosa .

Soy biólogo, de formación y ocupación de manera que esta historia me toca más de cerca que otras pero es la aportación de Marcos Andion sobre la conciencia colectiva, Marx y comunismo la que me mueve a hacer el comentario.
Para empezar creo que asimilar esta historia con el fracaso o no del comunismo es poco adecuado. Es, más o menos, aplicar el famoso principio cognitivo de : "Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid..."
El hecho de mismo de decir que la revolución proletaria haya fracasado es cuestionable, si China es comunista casi una cuarta parte de la humanidad lo es.
Pero es que algunos experimentos proletarios de alta "conciención colectiva" (y no por telepatia sinó por educación y ateneos) como los movimientos anarquistas no fracasaron: fueron destruidos y erradicados por sus enemigos y detractores, en la mayoría de casos fascistas y comunistas pero también pequeño burgueses.
Y para acabar, igualar asalariado a proletario es un error, un error muy grande.
Como tu dices: son (somos ¿porque te excluyes?) mamíferos superiores con tradición y transmisión oral de la cultura, algunos hasta escribimos, pero simplement por escribir no significa que se digan cosas dignas de aprender.
No necesito apoyar mis opiniones con textos de autores. Ni tampoco quisiera extender esta discusión pues el agua del Pisuerga acaba llegando al mar, como todos los rios. No creo que sea el lugar ni el momento.
Felices fiestas

El Bechler dijo...

El comentario de Salvador:

"No había comentado la historia de los cien monos porque me parecía tan absurda que no merecia más que una sonrisa desdeñosa ."

me mueve a hacer esta entrada.
Es bastante corriente, entre expertos en un tema, el adoptar esta postura cuando se manifiestan ideas absurdas sobre dicho tema. Por otro lado es también bastante comprensible.
Al no comentar como expertos los errores de esas ideas para ellos tan absurdas, nos privan, a los no expertos, de argumentos fundados para entender adecuadamente lo absurdo de dichas ideas o para rebatirlas ante sus defensores.
Aunque tal vez no sea el caso de la entrada aquí comentada, puede haber situaciones en las que se plantean ideas que un experto considere absurdas y no dignas de comentario y que a otros nos puedan parecer incluso lógicas. El desmontar esas ideas con argumentos de peso me parece una labor muy digna para cualquier experto. Incluso yo diría que formaría parte de su obligación como experto.
Salvador por favor, si tienes un poco de tiempo, cuando leas algo que mueva tu sonrisa desdeñosa además de sonreir explícanos el porqué de esa sonrisa y así algunos más podremos sonreir contigo.

Marcos Andión dijo...

Efectivamente, Salvador García, no es el lugar ni el momento. Creo que es lo único atinado de tu intervención, en la que, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, te metes en lo que es una, más o menos acertada, analogía traída por los pelos para ilustrar eso de que la "toma de conciencia" colectiva es, cuando menos, complicadilla.
Si no te apetecía decir nada, como biólogo, sobre lo de los monos, eso es lo que deberías haber hecho. Pues ya está.
Si encuentras alguna otra anécdota que no tenga que ver con el tema, esperamos tus precisiones expertas, pero bueno sería que te aplicaras a aportar algo en lugar de disquisiciones como la de que no todos los asalariados son proletarios. Tras ese hallazgo, no puedo dejar pasar otros, como que, a pesar de que dices que "algunos hasta escribimos", sigas ignorando que no existe ese "sinó": hay un "sino" (adverbio), que es el que debieras emplear, y un "si no". Otra: ¿China comunista? Despabila, hombre: "Un país, dos sistemas", ¿te suena?
Vale, la "revolución" ha triunfado; todos los proletarios del mundo se han unido, y la crisis financiera es un invento del sistema resultante de esa "revolución".
Creo que sería mejor que te emplearas a fondo en tu "especialidad" y nos hablaras de monos o de "conciencia colectiva", como propone el artículo que no comentas.
Me doy por reconvenido, hago acto de contrición, propósito de la enmienda y me aplico una penitencia acorde con el pecado cometido.
Ya está, ¿ves?

Anónimo dijo...

Hola de nuevo.
No quería continuar esta discusión, pero como veo que en parte no me he explicado bien tengo que aclararlo.

Bechler: mi sonrisa desdeñosa va dirigida a los botarates que montaron la historia de la conciencia colectiva, no al dueño del blog ni sus lectores, simplemente me pareció que estaba tan bien desarrollada la historia que ya no podía aportar nada nuevo. Siento la confusión, pero en otras historias de este blog cuando he considerado que podía aportar cualquier conocimiento u opinión lo he hecho, puedes comprobarlo.
Marcos Andión:
No entiendo bien la mitad de lo que quieres decir pues parece que das a entender que reconoces que tu analogía es impropia y cogida por los pelos.
Es cierto, cometo faltas de ortografía, excúsame. Sino, sino, sino... (así hasta cien, por cierto, existe sino como nombre).
Continúo manteniendo que tu ejemplo no tiene nada que ver con la historia de los cien monos. La adquisición de una habilidad manual no tiene que ver con la de conciencia de clase. El proletariado es una clase inherente al capitalismo (aunque ya existía en tiempos de Roma), es alguien sin bienes que solo posee su fuerza de trabajo y su prole, el asalariado no, los primeros asalariados eran soldados romanos y la mayoría de los asalariados actuales son burgueses con muchos bienes y poca prole.
Delante de China comunista he puesto un si (condicional), pues seguro que muchos lo dudan, de hecho el comunismo chino nunca ha sido como el de otros países. Si admitimos que tienen un doble sistema (que fue la condición obligatoria para poder absorber Hong Kong, no algo deseado por los dirigentes comunistas) y que el sistema capitalista solo se aplica a la zona de libre comercio, entonces mantengo lo dicho: casi una cuarta parte del mundo es comunista.
No me comentas para nada el anarquismo o porqué no te incluyes entre los mamíferos superiores.
Todo lo anterior te lo comento no como biólogo, claro, sino solo como persona interesada en el mundo y con opinión formada.
Por cierto, es cierto que soy biólogo, me encantan los primates (sobre todo los de mi misma especie y sexo contrario) pero mi especialidad son los insectos y ahí si que lo de la conciencia colectiva adquiere otra dimensión, puede que no sea conciencia, pero desde luego es colectivo.

Repito: Felices fiestas

El Bechler dijo...

Gracias Salvador. El que se ha expresado mal soy yo. En modo alguno entendí que tu sonrisa desdeñosa era para los lectores o el autor del blog. Estaba claro que era para los que defienden ideas tan peregrinas como esa de la conciencia colectiva pero en mi comentario no supe dejarlo claro.
Sólo pretendía pedir tu colaboración, como experto, en otras posibles entradas pero ya veo que contamos con ella.

Marcos Andión dijo...

Pues nada, Salvador, nada. Si no has entendido la mitad de lo que he dicho, no te preocupes. Pero debería preocuparte que, pese a no entenderlo, te lances a la polémica. Hubieras preguntado, hombre, porque algo podría haberte aclarado.
De todas formas, ateniéndonos a la otra mitad, puede que lo dicho te resulte satisfactorio, y con eso tengo bastante, aunque no sea ni tu marido ni tu novio ni tu amante (ya sabes: lo de las lenguas de doble filo que me dijeron ayer).
Por otra parte, gracias por la aclaración de que "sino" es también un sustantivo (supongo que te refieres a su acepción como "hado" o "destino", ¿no?, por lo que ya me dirás si tiene ello que ver con el Pisuerga o con el Eresma, el Adaja o el Valderaduey con el Sequillo). Con hallazgos como ese no me extraña el "sostenella y no enmendalla" que exhibes. Por cierto, lo de escribir "sinó" no es una falta de ortografía (en su caso sería una sobra de ortografía) sino otro tipo de error.
Otra: si no escribes como biólogo, ¿a cuento de qué mencionas tu profesión en un tema que parece tener que ver con la biología?
Otra más: cuando dices "El hecho (de) mismo de decir que la revolución proletaria haya fracasado es cuestionable, si China es comunista casi una cuarta parte de la humanidad lo es", parece ser que, considerando ese "si" como condicional, lo que quieres expresar es que, para el caso de que alguien pensase que China fuera comunista, ello demostraría que la revolución proletaria ha triunfado y de ella disfruta la cuarta parte de la humanidad. Pues... qué quieres que te diga.
Mira, querido Salvador, a mí me encanta la polémica (hay quien sostiene que me va la marcha), pero suele aburrirme la caza del gazapo. Entré en ella con el fin de cazar al cazador, lo cual siempre resulta fácil si se observa que el cazador apunta al cabo de la cola o dispara con munición de fogueo.
Y, sí; sí tiene que ver lo de la conciencia de clase con la conciencia colectiva, se adquiera por imitación, por educación, por asistencia a Ateneo, por ciencia infusa, por leguas de fuego sobre las cabezas de los elegidos para difundir la Buena Nueva o mediante la "educación para la ciudadanía". Aunque es un tema opinable, lo cierto es que el éxito proclamado de la revolución se basaba en la asunción por los no propietarios de los medios de producción (hoy se incluyen todos los asalariados) de su condición y de que, siendo muchísimos más que sus patronos, el éxito del intento era impepinable. El proletariado, como clase, sería la vanguardia de esa revolución. Tú sabrás qué falló, por qué falló o como falló, pero falló.
¿Proletarium en Roma? ¿No habías quedado en que el término es "inherente" al capitalismo? Que la palabra "asalariado" proceda de los que cobraban en sal y se "demuestre" que ya los había en tiempos de Tito Livio, o que "soldado" provenga de "sueldo", para fundamentar que había proletarios entonces, me suena a mí como a ti te suena lo del Pisuerga y Valladolid.
Acogiéndome a tu finísima capacidad de discernimiento y comprensión de lo escrito, me gustaría que me dijeras dónde me excluyo de la categoría (?) de mamífero superior (y es "por qué", no "porqué", ya que de esta última forma se escribe un sustantivo, "porqué", que exige llevar delante un artículo: "el porqué").
En fin, tómate todo esto como una ligera diversión, sin más acritud de la que conviene al caso, y dejemos la semántica, la ortografía, la capacidad interpretativa y la fe en el marxismo-maoísmo para otra ocasión, que seguramente la habrá.
Por mí, en cuanto hayas satisfecho tu amable necesidad de puntualizar las "íes", podemos dejar el asunto, que hay cosas más interesantes sobre las que hablar.
Queda, encantado de "enredar", éste s.s.s., que lo es, para lo que guste mandar.
;-)

Anónimo dijo...

Hola de nuevo.
Vuelvo a escribir pero para algo que tiene que ver con el tema del artículo y no con rios y Valladolid.
Los zumbados del planeta y en especial los españoles se han unido para conseguir un ORGASMO GLOBAL que cambie el futuro del mundo. Esto no solo viene avalado por un par de gurus sino por la Universidad de Princeton, cuna y sede de zumbados excelsos que tiene un programa de Investigación sobre "conciencia global" y ha montado un sistema de detectores mundial de el efecto de sucesos impactantes a nivel mundial. El sistema se basa en generadores de números aleatorios que cuando pasa algo a nivel mundial se ven afectados y dejan de ser aleatorios ¿Como? No importa, no dejaremos que una buena pregunta estropee una buena chorrada.
Quien quiera sentirse inmerso en la chorrada global o simplemente quedarse boquiabierto puede escuchar este link:
http://www.cadenaser.com/sociedad/audios/sexo-ser-dia-orgasmo-global/csrcsrpor/20081217csrcsrsoc_1/Aes/
¿Quien se apunta?

Anónimo dijo...

Ha cortado el link
A ver si ahora sale (ojo es de Sea Monkey, con Explorer a veces no funcionana y al revés)

Anónimo dijo...

Teneis que pinchar en mi nombre del post anterior y vais directos, siento haberme liado tanto.